miércoles, 14 de julio de 2010

Consagración al Sagrado Corazón de Jesús

(aporte de Ronnie)
En 1673, Jesús le dio a Santa Margarita María Doce (12) Promesas para las almas devotas a su Sagrado Corazón:

1. Les daré todas las gracias necesarias para su estado de vida.
2. Les daré paz a sus familias.
3. Las consolaré en todas sus penas.
4. Seré su refugio durante la vida y sobre todo a la hora de la muerte.
5. Derramaré abundantes bendiciones en todas sus empresas.
6. Los pecadores encontrarán en mi Corazón un océano de misericordia.
7. Las almas tibias se volverán fervorosas.
8. Las almas fervorosas harán rápidos progresos en la perfección.
9. Bendeciré las casas donde mi imagen sea expuesta y venerada.
10. Otorgaré a aquellos que se ocupan de la salvación de las almas el don de mover los corazones más endurecidos.
11. Grabaré para siempre en mi Corazón los nombres de aquellos que propaguen esta devoción.
12. Yo te prometo, en la excesiva misericordia de mi Corazón, que su amor omnipotente concederá a todos aquellos que comulguen 9 Primeros Viernes de mes seguidos, la gracia de la penitencia final: No morirán en desgracia mía, ni sin recibir sus Sacramentos, y mi Corazón divino será su refugio en aquél último momento.


CONSAGRACION AL SAGRADO CORAZON DE JESÚS
"Señor Jesús, yo (nombre y apellido), me consagro a tu Sagrado Corazón. Consagro mi persona y mi vida, mis acciones, penas y sufrimientos, para servirte, honrarte, amarte y glorificarte. Esta es mi voluntad irrevocable: ser todo/a tuyo/a y hacerlo todo por tu amor, renunciando a todo cuanto pudiera desagradarte. Te elijo, pues, ¡Oh Sagrado Corazón!, como único objeto de mi amor, como protector de mi vida, garantía de salvación, remedio de mi fragilidad, reparador de todas las faltas de mi vida y mi asilo seguro en la hora de mi muerte. Sé, pues, ¡Oh Corazón de bondad!, mi justificación para con Dios Padre, y desvía de mí los dardos de su justa cólera.
¡Oh Corazón de amor!, pongo toda mi confianza en vos, porque aunque temo mi malicia, todo lo espero de tu bondad. Consume pues, en mí, todo lo que te desagrade o haga resistencia. Que tu puro amor se imprima en lo íntimo de mi corazón de tal modo que jamás te olvide, ni me separe de vos. Te suplico por todas tus bondades que mi nombre esté escrito en vos. Así sea".





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