jueves, 22 de julio de 2010

Fragmentos de Carta a Proba (San Agustín)

  • Al hablar con Dios, alabemoslo de entrada, antes de pedirle nada, pero desde lo hondo del corazon.
  • Lo que se debe pedir: una vida feliz
  • Querer lo que no conviene es lo mas miserable que hay, y no alcanzar lo que queres no es tan triste como querer conseguir lo que no conviene.
  • Es feliz aquel que tiene todo lo que desea y no desea nada que no convenga.
  • No me des riqueza ni pobreza, concedeme que tenga lo sufiente de lo que es necesario, no sea que una vez saciado me vuelva mentiroso y diga: “Quien me ve?” O si caigo en la pobreza, robe y profane el nombre de mi Dios.
  • Hay que orar para conservar a los que retribuyen nuestro amor amandonos santa y limpiamente, y si no las tenemos hay que orar para conseguirlas.
  • Hay que orar por la integridad (vida, salud, pureza de espiritu y cuerpo) y la amistad (a todos aquellos a quien se debe afecto)
  • Dios nos impulsa a pedir, buscar y llamar.
  • Hay que orar mas con gemidos y lagrimas que con palabras.
  • Dios ya sabe lo que necesitamos pero para nosotros las palabras son necesarias para que nos hagan recordar y miremos atentamente que es lo que pedimos.
  • Que la persona por lo menos sienta vergüenza de pedir lo que no se avergüenza de desear.
  • El fin del precepto es la caridad de un corazon puro, la buena conciencia y la fe no fingida.
  • Al Señor se lo busca con las obras.
  • Lucha por vencer a este mundo con la oracion. Ora con fe, esperanza, amor, insistencia, paciencia.
  • Que cada uno haga lo que pueda. Por lo tanto, el que pueda menos, no impida al que puede mas y el que puede mas, no exija al que puede menos. La conciencia se debe a Dios y entre Uds no se deban nada sino el amor mutuo.
  • Primero es el Credo, para saber que deben creer. Luego el Padrenuestro, donde conocen a quien invocar.
  • Si pides males para tus enemigos, tu oracion se convertira en pecado.
  • Se debe pedir la vida humana. No esta permitido pedir otra cosa que lo que en el Padrenuestro esta escrito.
  • Si falta la fe, la oracion perece. Creamos entonces para poder orar. Y para que no decaiga la fe mediante la cual oramos, oremos. De la fe fluye la oracion y la oracion que fluye suplica firmeza para la misma fe. Entrar en tentacion es salirse de la fe.

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