viernes, 30 de julio de 2010

No Demos las Cosas Santas a los Perros

Evangelio: Mt 7,6.12-14

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “No den a los perros las cosas santas ni echen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen y después se vuelvan contra ustedes y los despedacen. Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes. En esto se resumen la ley y los profetas. Entren por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta y amplio el camino que conduce a la perdición, y son muchos los que entran por él. Pero ¡qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que conduce a la vida, y qué pocos son los que lo encuentran!”.


A que se refiere Jesus cuando dice que no demos las cosas santas a los perros?

Señala el don de nuestra libertad. Esta es un tesoro incalculable, una perla preciosa, que seria muy triste arrojar a las bestias de los vicios, de las adicciones, de las pasiones o incluso de los defectos consentidos.

La libertad encuentra su orientacion en la fe en Cristo, se realiza plenamente cuando se empeña en el cumplimiento de la voluntad de Dios y se concreta en el servicio a los demas. Asi se es realmente libre: cuando se ama a Dios y al projimo.

El ideal cristiano es alto: tratar a los demas como queremos que nos traten. Es hasta cierto punto normal que nuestro trato sea mejor hacia las personas mas cercanas, que aquel que tenemos por los desconocidos. Es natural amar mas a algunas personas con respecto a otras.

Por eso el Evangelio nos invita a entrar por la puerta estrecha porque la caridad exige esfuerzo, negacion de uno mismo, aceptacion de la cruz; pero es también por medio de ello que nos acercamos al cielo.

(aporte de Ignacio)

fuente: http://www.regnumchristi.org/espanol/articulos/articulo.phtml?id=26530&se=363&ca=975&te=734

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